Título: El arte del silencio.
Autora: Amber Hatch.
Traducción: Puerto Barruetabeña Díez.
Editorial: Maeva (2019)
Género y temática: No ficción; autoayuda.
Fecha de fin de lectura: 17/05/2021.
De vez en cuando me gusta leer textos sobre meditación, mindfulness u otro tipo de prácticas que me ayuden a quitarme el estrés y acercarme al bienestar, aunque creo que es la primera vez que le ataco a un libro. Encontré El arte del silencio por casualidad en el catálogo de la biblioteca y comencé a leerlo por dos motivos: el primero, que realmente necesito silenciar un poco mi cabeza y ahora mismo no me importa leer autoayuda si saco alguna buena idea para conseguirlo. Adiós, prejuicios. El segundo, que pensé que era otra cosa.
Es un libro corto, con capítulos breves y amenos. Además, aporta algunas visualizaciones y ejercicios asequibles para ser conscientes del ruido, o la falta de silencio, que tenemos a nuestro alrededor y acercarnos un poco a un estado más calmado de una manera práctica, no espiritual. Sé que meditar es espiritualidad pura, pero no para mí, así que el acercamiento al silencio y la tranquilidad que hace Amber Hatch se adapta más a lo que busco. Esto es así porque es un libro muy básico y no se pueden empezar a hacer visualizaciones y meditaciones con el objetivo de conseguir el estado de plena consciencia a la primera.
A pesar de no haberme descubierto gran cosa, desde que lo terminé hace algo más de una semana, he sido más consciente del ruido a mi alrededor, sobre todo del ruido generado por mí. Yo era la típica persona que encendía la televisión nada más llegar a casa para tenerla de fondo, pero siempre tenía momentos de apagón. Hace unos meses me harté de ese ruido que se genera para acompañar al contenido visual y que a veces es tan molesto como el ruido de claxon en un atasco, así que me pasé a la radio y los podcasts. Cuando empezó la pandemia mi consumo de podcasts aumentó de manera exponencial. Eran mi medicina contra el encierro, la soledad y el miedo, eran una manera de frenar el estrés y mantener la mente ocupada con cosas interesantes para mantener encerrados los problemas en su contenedor de seguridad cerebral.
Tras leer este libro me di cuenta de que había apartado el silencio completamente de mi vida, no tenía apenas momentos de descanso auditivo. Sé que a veces necesito ayuda para frenar el chorro de pensamientos que se generan en mi cabeza, pero producir ruido todo el rato no es la solución, sobre todo porque lo que en principio es un sonido agradable como puede ser la música, en ocasiones no me permite crear. Ese ruido contiene los pensamientos de preocupación, de estrés, pero también las ideas creativas. El arte del silencio me ha ayudado a pensar en todo eso, ahora el siguiente paso será reengancharme a la meditación para que el silencio que tenía antes vuelva de nuevo, pero eso ya es otro capítulo.
En resumen, El arte del silencio es un libro básico para los que están puestos en estos temas, pero también ayuda a refrescar conceptos olvidados. Si de vez en cuando es recomendable volver a los básico en otros ámbitos (como repasar los tiempos verbales del idioma que estudias), también lo es a la hora de dejar el estrés de lado. Y supongo que habría sido perfecto cuando empecé a practicar meditación.
La biblioteca de Cocodras 