La colina de Edeta – Concha López Narváez

Título: La colina de Edeta.
Autora: Concha López Narváez.
Editorial: España-Calpe (4ª edición, octubre de 1991).
Colección: Austral Juvenil.
Género y temática: novela; literatura infantil y juvenil; historia.
Fecha de fin de lectura: 24 de agosto de 2021.

En la entrada de El dueño del secreto comenté que soy bastante reticente a leer historias de la Guerra Civil española, en realidad, las novelas históricas en general no son lo mío. Es frecuente que muchas novelas históricas, igual que muchas novelas de misterio, tengan un defecto: los autores tienen la necesidad de incluir en sus páginas (si es necesario a presión) la mayor cantidad posible de la información que tanto les cuesta recopilar durante la investigación previa a la escritura. Incluir la información recogida en la investigación es una de las tareas más difíciles a la hora de escribir. Hay que tener mucho cuidado para que no parezca forzada, doctrinal, pedante, aburrida… o ser realmente un genio para meterlo todo y aun así quedar bien. Pero genios no hay muchos en ninguna parte.

Concha López Narváez maneja esto bastante bien. Incluye mucha información, pero consigue hacerlo de manera natural y las lectoras pueden interesarse por lo que cuenta. El problema, siempre desde mi punto de vista, es que estamos ante una novela y, además de datos de cualquier tipo, queremos tramas, personajes interesantes y conflictos entre ellos o consigo mismos. Pero en esta novela la protagonista es la información, la historia está al servicio de la Historia, cuando debería ser al revés.

En la cubierta nos prometen

(…) una bella historia de amistad entre un chico y una chica iberos y el hijo de un comerciante griego.

Es cierto que hay una historia de amistad, pero es complementaria. Malditas expectativas. Realmente esperaba que ese fuera el núcleo del texto. En realidad, La colina de Edeta se centra en el modo de vida de los iberos y en los hechos históricos de la época en la que se encuadra (final del siglo III a.C.). Cuando le toca el turno a la ficción, el estilo es casi siempre bastante plano, no busca emociones ni en las batallas. La relación de los tres amigos se deja de lado hasta que conviene retomarla para la conclusión. Las cuitas de Lisias, que parecía el protagonista, pierden importancia en favor de las de Ater, que tampoco es que sean muy relevantes hasta el final, aunque su personaje se vuelve un poco interesante gracias a esto. Puede ser intencionado, podría estar buscando el estilo de una crónica, pero hace que la historia se sienta lejana y que se pueda perder el interés en lo que les pase a los personajes. O quizás busca lejanía para poder contar, pero no creo que su objetivo sea que los personajes nos den igual, esa no es la mejor estrategia para una historia que se describe en la cubierta como “Una apasionante novela de acción”.

Otro de los puntos en contra es que presenta muchos personajes, algunos sin necesidad, y les pone nombres similares o que empiecen por la misma letra (Ater, Attia, Amia), lo que dificulta su identificación. Creo que no importaría tanto si los tres principales nos importaran de verdad, pero hay momentos en que no hay diferencia en el trato que les da a los principales y a esos secundarios que apenas son mencionados, por ejemplo, cuando se preparan para la guerra. Sé que Tolkien hace algo parecido con los nombres y con los personajes, también Homero, pero Tolkien es Tolkien y Homero es Homero.

A La colina de Edeta le encuentro prácticamente los mismos errores que a La tierra del Sol y la Luna, el otro título de López Narváez que he leído recientemente (con recientemente me refiero a que no ha sido en mi infancia), aunque este es más interesante y entretenido a pesar de todo. Como siempre es cuestión de gustos. Sé que a los géneros que me gustan más que la novela histórica les perdono más los fallos, pero es que pocas cosas hay más aburridas que un libro o película donde la investigación sea más importante que la historia creada y tengo la sensación de que hay pocos que consiguen el equilibrio perfecto, aunque los hay.

Autor: cocodras

Lectora. Bookcrosser.

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